El costo del crimen
- T+
- T-
Compartir
Tras 18 años de debate y diversas iniciativas, el país está muy cerca de contar con un Ministerio de Seguridad Pública. Este martes, una comisión mixta del Congreso aprobó la iniciativa que crea la cartera y solo resta su votación a favor en ambas Salas para despachar a ley una materia en la que, pese a haber coincidencia de miradas, no se había logrado acuerdo. El primer proyecto en este ámbito se presentó en 2006 y el que está a punto de ratificarse fue ingresado en 2021, durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera, fecha desde la cual se le ingresaron una serie de indicaciones.
El impacto económico de la actividad criminal representa el 2,7% del PIB en Chile, según el BID, con tasas de homicidios que van al alza.
La propuesta apunta a crear un sistema de seguridad que coordine a las policías, gendarmería, ministerios sectoriales, la Agencia Nacional de Inteligencia, Gobiernos Regionales, municipios y el Ministerio Público, entre otros organismos. La iniciativa llega justo en una semana en la que deplorables hechos delictuales han golpeado nuevamente la convivencia nacional, tras violentos homicidios a manos de bandas armadas.
La seguridad ciudadana es una de las materias que más preocupa a la ciudadanía y al entorno de negocios del país, de lo que ha dado cuenta persistentemente la encuesta mundial Ipsos sobre crimen y violencia, que en su versión de septiembre ubicó a Chile, una vez más, como el país más preocupado por ambos temas, con 65% de respuestas positivas, un alza de 30 puntos respecto de 2020 y una tasa que duplica el promedio global. Coincidentemente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entregaron esta semana sendos estudios en los que analizan el impacto del delito, la violencia y el crimen organizado en las economías de América Latina. El informe del BID da cuenta de que el crimen le cuesta a la región el 3,4% del PIB -el doble de los recursos necesarios para asistencia social-, y que la delincuencia representa el 7% de las ventas anuales de las empresas de la región. En Chile, el costo de la delincuencia equivale al 2,4% del Producto y aunque el país aún mantiene tasas de homicidio bajas respecto del resto del continente, este delito se ha venido incrementando en los últimos años, asociado a la mayor presencia del crimen organizado.
Ante este recrudecimiento de la actividad criminal en Chile, sumado a su impacto social y económico, es crucial que la clase política aborde el combate a las bandas criminales como un tema de Estado y no solo como estrategias de campañas políticas coyunturales, pues el costo de este dilema lo pagan las familias y un país que anhela progreso en paz. Que iniciativas como el Ministerio de Seguridad Pública consigan apoyo es una buena noticia, pero también es necesario que en este asunto primen las miradas de largo plazo y lógicas colaborativas, más allá del cortoplacismo de lo electoral.
